El compendio en línea se divide en cuatro partes principales:
Tecnologías de saneamiento
Esta parte consiste en una compilación integral de todas las tecnologías de saneamiento de emergencia importantes, que pueden implementarse potencialmente en distintos entornos de emergencia y de transición a más largo plazo. Las tecnologías se categorizan y ordenan según el grupo funcional al que pertenecen:
Interfaz de usuario (U), Recolección y almacenamiento (S), Conducción (C), Tratamiento (T), Uso o eliminación final (D).
Los usuarios pueden elegir entre tres opciones distintas de descripciones generales de las tecnologías:
Vista compacta (configuración predeterminada): una tabla matriz simple de todas las tecnologías de emergencia, en la que solo se muestra el nombre de la tecnología y se ordenan según los grupos funcionales a los que pertenecen.
Vista en cuadrícula: una forma más visual de presentar todas las tecnologías, que proporciona los dibujos técnicos de todas ellas en una cuadrícula general.
Vista de lista: un resumen más detallado de todas las tecnologías mostradas en una lista que ya ofrece detalles de los parámetros tecnológicos seleccionados.
Al hacer clic en una tecnología específica, el usuario puede acceder a una hoja de información tecnológica más detallada con una descripción general de los principios de funcionamiento básicos y las consideraciones de diseño, al igual que la información sobre parámetros clave, como la aplicabilidad, los costos, el espacio y materiales que se necesitan, los requisitos de operación y mantenimiento y enlaces a bibliografía y recursos adicionales.
Esta sección, también permite seguir filtrando y configurando soluciones completas de la cadena de servicios de saneamiento de emergencia.
Cuestiones transversales
En esta sección, se presentan las cuestiones transversales y la información general que deben tenerse en cuenta para tomar decisiones acerca de la tecnología y el diseño. Se incluyen los requisitos para realizar (1) una evaluación inicial, que abarque desde el análisis del suelo y el agua subterránea, y la rehabilitación y mejora de la infraestructura existente, hasta la información sobre el entorno institucional y normativo vigente; (2) el análisis de los aspectos conceptuales, como la resiliencia y la preparación, la estrategia de salida y transferencia de la infraestructura, y las características específicas de los entornos urbanos; y (3) el análisis de las consideraciones sociales y de diseño, como el diseño inclusivo y equitativo, el manejo de excrementos infantiles y la promoción de la higiene.
Estudios de caso
Esta sección proporciona información más detallada sobre estudios de caso de saneamiento de emergencia seleccionados de diferentes contextos y regiones para permitir comparar, compartir y aprender de las experiencias existentes y apoyar aún más la toma de decisiones en torno a las opciones tecnológicas de saneamiento en situaciones de emergencia.
Glosario
Esta sección contiene definiciones concisas de todos los términos técnicos relevantes utilizados en la plataforma.
El compendio digital se puede usar de formas muy distintas en función de quién lo utilice y con qué fin.
Herramienta de referencia: En esencia, el compendio digital es una compilación fácil de usar con información actualizada sobre todas las tecnologías de saneamiento de emergencia de eficacia probada. Por lo tanto, se puede usar como herramienta de referencia estructurada para que los profesionales de WASH y las instituciones de desarrollo de capacidades encuentren fácilmente la información sobre las tecnologías específicas, las cuestiones transversales o los términos clave utilizados en el sector. En resumen, es una versión más interactiva que la publicación en papel.
Filtrado de tecnologías y toma rápida de decisiones: El uso de la barra de filtro en la parte superior de la sección “Tecnología de saneamiento” puede ser otro posible punto de entrada, en especial para los profesionales y responsables de la toma de decisiones de WASH, que permite reducir la complejidad y preseleccionar solo aquellas tecnologías que son adecuadas para un escenario o contexto específico. En función de las circunstancias concretas del lugar (por ejemplo, la fase de emergencia para la que se necesita una solución tecnológica o los productos de entrada y de salida implicados), la cantidad de tecnologías potencialmente adecuadas puede reducirse considerablemente a un tamaño más digerible y facilita la selección de tecnología. La categorización de tecnologías utilizadas en cada uno de los filtros no debe contemplarse como fija e incuestionable y puede variar en determinadas condiciones locales. En cambio, el objetivo de la categorización es respaldar la toma de decisiones rápida e informada: es un complemento —no un sustituto— del buen juicio profesional.
Configurador de sistemas: El configurador de sistemas es una potente aplicación en línea que permite al usuario del compendio digital desarrollar su propia cadena de servicios de saneamiento (o sistema, respectivamente). Al hacer clic en la tecnología elegida, el configurador mostrará automáticamente todas las demás opciones tecnológicas anteriores y posteriores a la tecnología respectiva en función de los productos de entrada y de salida que requieran.
Lista de seguimiento: Las tecnologías específicas o las cuestiones transversales de interés pueden incluirse en una lista de seguimiento separada (al hacer clic en el asterisco que aparece junto a cada tecnología), ya sea para guardarla para más tarde, para imprimirla o para compartirla y debatirla más a fondo con los colegas. Puede acceder a la lista de seguimiento al hacer clic en la estrella roja que se encuentra en la esquina superior izquierda. Para cada tecnología existe un documento PDF de 2 páginas disponible que se puede descargar o imprimir.
El uso de la barra de filtro en la parte superior de la sección Tecnologías de saneamiento permite reducir la complejidad y preseleccionar únicamente las tecnologías adecuadas para un escenario o contexto específico. En función de las circunstancias concretas del lugar, la cantidad de tecnologías potencialmente adecuadas puede reducirse considerablemente a un tamaño más digerible y facilitar la selección de tecnología. Al hacer clic en las casillas correspondientes de cada uno de los filtros, solo se mostrarán las tecnologías que correspondan a las casillas respectivas. Los filtros actualmente activos se muestran siempre directamente debajo de la barra de filtro. Los filtros activos se pueden borrar o desactivar haciendo clic en el botón “borrar filtro” o desactivando las casillas individuales de los filtros actualmente activos. La categorización de tecnologías utilizadas en cada uno de los filtros no debe contemplarse como fija e incuestionable y puede variar en determinadas condiciones locales del lugar. En cambio, el objetivo de la categorización es respaldar la toma de decisiones rápida e informada: es un complemento —no un sustituto— del buen juicio profesional. Las opciones de filtro disponibles son las siguientes:
Fase de la emergencia
Indica cuales son las tecnologías de saneamiento adecuadas según las tres fases de la emergencia:
Respuesta inmediata: tiene lugar enseguida de la aparición de una emergencia.
Estabilización: fase de transición que comienza luego de las primeras semanas de una emergencia y dura varios meses o más.
Recuperación: enfoque a más largo plazo, que suele comenzar luego de las intervenciones inmediatas de ayuda, y cuyo objetivo es recrear o mejorar la situación anterior a la emergencia.
La asignación de tecnologías a las distintas fases de la emergencia se basa, principalmente, en la aplicabilidad, la velocidad de implementación y los requerimientos de materiales.
Permite dar una primera orientación general, pero puede diferir en una situación local específica.
Condiciones de terreno difíciles
Indica cuales son las tecnologías adecuadas para las áreas con condiciones de terreno difíciles (p. ej., suelos rocosos, áreas con capas freáticas altas, suelos con una baja capacidad de infiltración, zonas propensas a inundarse), en las que puede resultar difícil excavar a nivel subterráneo. Estas son solo indicaciones y no constituyen requisitos absolutos (p. ej., las instalaciones de tratamiento subterráneas en subsuelos rocosos pueden construirse mediante el uso de voladura pesada).
Tecnologías basadas en agua y en seco
Indica cuales son las tecnologías que dependen del agua para el arrastre o el transporte y de las tecnologías que no necesitan agua como medio de transporte.
Existen algunas tecnologías que pueden utilizarse tanto para soluciones de saneamiento en seco como en agua.
Nivel de aplicación
Indica cuales son las tecnologías de saneamiento adecuadas según los tres niveles de aplicación diferentes.
Hogar: una unidad que presta servicio a uno o varios hogares individuales.
Vecindario: una unidad que presta servicio a varios o cientos de hogares.
Ciudad: una unidad que presta servicio a un asentamiento, campamento o distrito completo.
Permite dar una primera orientación general, pero puede diferir en una situación local específica.
Nivel de gestión
Indica dónde recae la responsabilidad principal de las tareas de operación y mantenimiento (O&M, por sus siglas en inglés) de una tecnología específica:
Hogar: todas las tareas de O&M las puede gestionar un hogar individual.
Compartida: un grupo de usuarios se responsabiliza de las tareas de O&M y se asegura de que una persona o un comité se encargue de ello en nombre de todos los usuarios.
Pública: instalaciones gubernamentales, institucionales o privadas donde la entidad que opera las instalaciones asume la responsabilidad total de las tareas de O&M.
Espacio necesario
Indica la estimación cualitativa del espacio que se necesita para cada tecnología (la superficie o huella espacial). La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las diferentes tecnologías, y no en términos absolutos (p. ej., una letrina de pozo simple necesita poco espacio en comparación con un humedal artificial). El espacio necesario se indica para una unidad típica y no por usuario. Permite dar una primera orientación general, pero puede diferir en una situación local específica dependiendo de la cantidad de usuarios conectados a una tecnología u otros criterios de diseño.
Complejidad técnica
Indica cuál es el nivel de experiencia técnica necesaria para implementar, operar y mantener una tecnología determinada. Esto puede ayudar a planificar cuando las competencias y capacidades son limitadas o no están temporalmente disponibles.
Complejidad técnica baja: lo pueden realizar personas no profesionales y artesanos.
Complejidad técnica media: se requieren artesanos o ingenieros capacitados.
Complejidad técnica alta: se requieren profesionales con experiencia.
La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las diferentes tecnologías, y no en términos absolutos (p. ej., el vaciado y transporte manual son menos complejos desde el punto de vista técnico que un alcantarillado convencional por gravedad).
Permite dar una primera orientación general, pero puede diferir en una situación local específica.
Productos de entrada
Indica los productos que ingresan en una tecnología determinada. Al seleccionar productos de entrada específicos, solo se mostrarán las tecnologías vinculadas con los respectivos productos de entrada. Los productos de entrada de saneamiento pueden ser los materiales que generan los seres humanos de manera directa (p. ej., la orina, las heces y las aguas grises generadas al bañarse, cocinar y limpiar), los que se necesitan para que funcionen las tecnologías (p. ej., el agua de arrastre para empujar el excremento a través del alcantarillado) o los que se generan como una función del almacenamiento o el tratamiento (p. ej., el lodo). Para diseñar un sistema de saneamiento sólido, es importante desarrollar un buen entendimiento de los productos que fluyen hacia adentro (productos de entrada) y hacia fuera (productos de salida) de cada tecnología de saneamiento del sistema.
Productos de salida
Indica los productos que salen en una tecnología determinada. Al seleccionar productos de salida específicos, solo se mostrarán las tecnologías que generan los respectivos productos de salida. Los productos de salida de saneamiento se generan como resultado del almacenamiento o el tratamiento (p. ej., el lodo). Para diseñar un sistema de saneamiento sólido, es importante desarrollar un buen entendimiento de los productos que fluyen hacia adentro (productos de entrada) y hacia fuera (productos de salida) de cada tecnología de saneamiento del sistema.
El configurador de sistemas de saneamiento es una potente aplicación en línea, que permite que el usuario del compendio digital desarrolle su propia cadena de servicios de saneamiento (o sistema, respectivamente). Al hacer clic en la tecnología elegida, el configurador mostrará automáticamente todas las demás opciones tecnológicas anteriores y posteriores a la tecnología respectiva en función de los productos de entrada y de salida que correspondan con la tecnología seleccionada. En función de, por ejemplo, las tecnologías ya disponibles, las preferencias del usuario, las condiciones del lugar o los productos de salida deseados, el configurador puede utilizarse para identificar soluciones completas para la cadena de servicios de saneamiento. Esto puede hacerse de la forma clásica desde la interfaz de usuario pasando por el almacenamiento, la recolección, el transporte hacia el tratamiento y la reutilización o eliminación final (de izquierda a derecha) o, por otro lado, con un punto de partida en cualquier fase del sistema. Mediante la ingeniería inversa, también se pueden identificar soluciones para la cadena de servicios de saneamiento en función de, por ejemplo, un producto de salida determinado (de izquierda a derecha). Por ejemplo, si el objetivo de la cadena de saneamiento es producir compost como producto final, se puede seleccionar una tecnología con compost como producto de salida. Luego, el configurador mostrará automáticamente solo las tecnologías disponibles que correspondan con la tecnología seleccionada.
Seleccionar el conjunto de tecnologías de saneamiento más apropiado para un contexto específico es una tarea desafiante y requiere una experiencia considerable. Los criterios de decisión clave a continuación tienen como objetivo brindar al usuario del Compendio una guía general en el proceso de selección de tecnología y en el diseño general de un sistema de saneamiento. Los criterios de decisión se presentan en cada una de las fichas de información tecnológica.
1. Fase de emergencia
Las tecnologías son apropiadas o menos dependiendo de la fase de la emergencia. Por tanto, su idoneidad se caracteriza para las tres fases de emergencia: Respuesta Aguda, Estabilización y Recuperación. La indicación de si una tecnología es adecuada o no en las diferentes fases de emergencia se indica mediante asteriscos (dos asteriscos: adecuada, un asterisco: menos adecuada, ningún asterisco: no adecuada). El nivel de idoneidad se decide a nivel comparativo entre las diferentes tecnologías, basándose principalmente en la aplicabilidad, la velocidad de implementación y los requisitos de materiales. Corresponde al usuario del Compendio decidir la fase de emergencia para la situación específica en la que está trabajando.
2. Nivel de aplicación
El nivel de aplicación describe los diferentes niveles espaciales para los que la tecnología es más apropiada. Se subdivide en los siguientes niveles:
Hogar (una unidad que sirve a uno o varios hogares individuales)
Vecindario (una unidad que atiende desde unos pocos hasta varios cientos de hogares)
Ciudad (una unidad que presta servicios a todo un asentamiento, campamento o distrito)
Una indicación de si una tecnología es adecuada en un nivel espacial específico se da mediante asteriscos (dos asteriscos: adecuada, un asterisco: menos adecuada, ningún asterisco: inadecuada). Corresponde al usuario del Compendio decidir el nivel apropiado para la situación específica en la que está trabajando.
3. Nivel de gestión
El nivel de gestión describe dónde reside la principal responsabilidad de operación y mantenimiento (O&M) de una tecnología específica:
Hogar (todas las tareas relacionadas con O&M pueden ser gestionadas por el hogar individual)
Compartida (un grupo de usuarios son responsables de la operación y mantenimiento al garantizar que una persona o un comité esté a cargo en nombre de todos los usuarios. Las instalaciones compartidas se refieren a un grupo autodefinido de usuarios que deciden quién puede usar las instalaciones y cuáles son sus responsabilidades)
Pública (instalaciones gubernamentales, institucionales o privadas: toda la operación y mantenimiento es asumida por la entidad que opera la instalación)
Una indicación sobre la idoneidad de cada nivel de gestión se da utilizando de cero a dos asteriscos, donde dos asteriscos significan que la tecnología se puede manejar bien en el nivel correspondiente.
4. Objetivos/Características clave
Esta sección ofrece una indicación concisa de las principales características y funciones de tecnologías específicas. También proporciona orientación general para la evaluación y clasificación inmediata de tecnologías y su idoneidad para un sistema o contexto de saneamiento previsto.
5. Espacio requerido
Esta sección proporciona una estimación cualitativa del espacio requerido para cada tecnología, es decir, el área o huella espacial requerida por la tecnología. Esto puede ayudar a planificar en áreas donde el espacio es un factor limitante. Los asteriscos se utilizan para indicar cuánto espacio se necesita para la tecnología determinada (tres asteriscos: se requiere mucho espacio, dos asteriscos: se requiere espacio mediano y un asterisco: se requiere poco espacio). La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las diferentes tecnologías y no en términos absolutos, p. ej. una letrina de pozo único necesita poco espacio en comparación con un humedal artificial. El espacio requerido está indicado para una unidad típica y no por usuario. La cantidad de espacio requerido para cada tecnología puede depender en gran medida de la cantidad de usuarios conectados a esta tecnología y de otros criterios de diseño. Para esta evaluación, no importa si una tecnología se puede construir bajo tierra y, por lo tanto, el espacio de arriba se puede utilizar potencialmente, p. ej. un reactor anaeróbico con deflectores requiere un espacio mediano, pero como puede construirse bajo tierra, parte de su superficie se puede utilizar para otros fines.
6. Complejidad técnica
Esta sección ofrece una descripción general de la complejidad técnica de cada tecnología, es decir, el nivel de experiencia técnica necesaria para implementar, operar y mantener la tecnología determinada. Esto puede ayudar a planificar cuando las habilidades y capacidades son limitadas o no están disponibles temporalmente. Los asteriscos se utilizan para indicar la complejidad técnica de una tecnología determinada (tres asteriscos: alta complejidad, dos asteriscos: complejidad media y un asterisco: complejidad baja). La baja complejidad técnica significa que se requieren habilidades técnicas mínimas o nulas para implementar, operar y mantener una tecnología. Esto lo pueden hacer no profesionales y artesanos. La complejidad técnica media significa que se requieren ciertas habilidades para la implementación o la operación y mantenimiento. Se requieren artesanos o ingenieros calificados para el diseño y la operación y mantenimiento de dicha tecnología. La alta complejidad técnica significa que se requiere un experto experimentado, como un ingeniero capacitado, para implementar, operar y mantener una tecnología de manera sostenible. La categorización se basa en un enfoque comparativo entre las diferentes tecnologías y no en términos absolutos, p. ej. el vaciado y transporte manual es menos complejo técnicamente que un alcantarillado convencional por gravedad.
7. Entradas/Salidas
Se requieren diferentes tecnologías para la gestión de diferentes insumos y la generación de productos específicos. Por lo tanto, al seleccionar tecnologías, se deben considerar los productos de entrada que deben abordarse y los productos de salida deseados. Mediante ingeniería inversa, se pueden seleccionar tecnologías desde el final de la cadena de saneamiento en función del producto de salida deseado. Por ejemplo, si el objetivo de la cadena de saneamiento es producir compost como producto final, se puede seleccionar una tecnología con compost como producto final. Los componentes tecnológicos upstream apoyarían este objetivo. Tener en cuenta la seguridad y la calidad de los productos de salida deseados en cada paso del sistema ayuda a internalizar el enfoque del sistema y respalda la selección de una combinación de tecnologías que crea productos finales que pueden usarse o eliminarse de manera segura en el medio ambiente.
Los insumos se refieren a los productos que fluyen hacia la tecnología dada. Los productos que se muestran sin paréntesis son los insumos habituales que normalmente se incluyen en una tecnología. Los productos mostrados entre paréntesis representan alternativas u opciones de las cuales no todas son necesarias, dependiendo del diseño o contexto. Cuando un producto debe usarse junto con otro producto, esto se indica con el signo más (+). El producto que sigue al más se mezcla con el (los) producto(s) anterior(es).
Los resultados se refieren a los productos que surgen de la tecnología dada. Los productos que se muestran sin paréntesis son los resultados habituales que normalmente surgen de una tecnología. Los productos entre paréntesis () son productos adicionales (opcionales) que pueden aparecer o no como productos de salida, según el diseño o el contexto. Cuando estos productos se presentan mezclados con otro producto, esto se indica con el signo más (+). El producto que sigue al más se mezcla con el (los) producto(s) anterior(es).
8. Consideraciones de diseño
En esta sección, se describen consideraciones de diseño generales y clave, incluido el tamaño general, los requisitos de espacio y otras características. Esta sección no describe los parámetros de diseño detallados para permitir la construcción completa de una tecnología, pero da una idea de las características dimensionales a considerar, los tiempos de retención, así como los principales obstáculos potenciales a tener en cuenta al diseñar la tecnología. Esta sección ayuda al usuario del Compendio a comprender el diseño técnico y la complejidad de una tecnología determinada.
9. Materiales
Esta sección enumera los diferentes materiales y equipos necesarios para la construcción, operación y mantenimiento de una tecnología determinada. Indica si es probable que los materiales estén disponibles o sean producibles localmente, p. ej. madera y ladrillos o si será necesario importar los materiales o requerir una fabricación especial, lo que retrasará considerablemente su implementación durante una emergencia. La sección de materiales también indica si una tecnología se puede prefabricar como una unidad para acelerar la implementación.
10. Aplicabilidad
La aplicabilidad describe los contextos en los que una tecnología es más apropiada. Esta sección indica la aplicabilidad de una tecnología en términos de tipo de entorno, distinguiendo entre asentamiento rural o urbano, de corto o largo plazo. La sección describe las fases de una emergencia en las que se puede implementar una tecnología. Aquí se enumeran otras consideraciones físicas de aplicabilidad, incluidas las condiciones del suelo requeridas, la disponibilidad de agua necesaria, consideraciones sobre el nivel freático, etc. Esta sección también brinda información sobre el potencial de replicabilidad, escalabilidad y velocidad de implementación.
11. Operación y mantenimiento
Toda tecnología requiere operación y mantenimiento (O&M), más si se utiliza durante un período prolongado de tiempo. Las implicaciones de operación y mantenimiento de cada tecnología deben considerarse durante la planificación inicial. Muchas tecnologías fallan debido a la falta de operación y mantenimiento adecuados. En esta sección, se enumeran las principales tareas operativas que deben considerarse y el mantenimiento necesario para garantizar el funcionamiento a largo plazo. Esta sección diferencia entre diferentes habilidades de O&M y proporciona una indicación de la frecuencia de las tareas de O&M y el tiempo necesario para operar y mantener una tecnología. También se proporciona una lista de posibles usos indebidos y peligros que se deben tener en cuenta.
12. Salud y seguridad
Todas las tecnologías de saneamiento tienen implicaciones para la salud y la seguridad. Las implicaciones o riesgos para la salud descritos en esta sección deben considerarse durante la planificación para reducir los riesgos para la salud en la comunidad local y entre el personal y el personal de saneamiento. La sección de salud y seguridad también describe los procedimientos generales de gestión de riesgos, que pueden llevar a decisiones de excluir una tecnología si no se puede garantizar la seguridad. En su caso, se enumeran los equipos de protección personal necesarios para garantizar la seguridad personal.
13. Costos
Los costos son otro criterio de decisión clave a considerar. Cada tecnología tiene costos asociados a la construcción, operación, mantenimiento y gestión. Además, cada tecnología tiene implicaciones de costos para otras tecnologías en la cadena de saneamiento. Por ejemplo, un tanque séptico requerirá un desenlodado regular y, por lo tanto, se necesita equipo y tiempo para la tarea de desenlodamiento, lo que generalmente no se contabiliza con el tanque séptico. Los costos dependen geográficamente y no son absolutos. Por lo tanto, esta sección presenta los principales elementos de costo asociados con una tecnología, lo que permite una primera aproximación.
14. Consideraciones sociales
Las consideraciones sociales son un elemento crucial a la hora de decidir sobre tecnologías de saneamiento específicas, especialmente a nivel de interfaz de usuario, o sobre un sistema de saneamiento completo. Existen posibles tabúes culturales, preferencias y hábitos de los usuarios, así como capacidades locales, que pueden resultar difíciles, imposibles o inapropiados de cambiar. Una tecnología de saneamiento debe ser aceptada tanto por los usuarios como por el personal que la opera y mantiene.
15. Fortalezas y debilidades
Esta sección resume de manera concisa las principales fortalezas y debilidades y, por lo tanto, respalda el proceso de toma de decisiones. Las debilidades de una tecnología pueden indicar que se cumple un criterio de exclusión y que una tecnología no es adecuada para un contexto específico. Tanto las fortalezas como las debilidades pueden utilizarse eficazmente para informar las decisiones de los usuarios y de todos los involucrados en la planificación e implementación del sistema de saneamiento.
16. Referencias y lecturas adicionales
Esta sección remite a los usuarios a publicaciones relevantes y materiales de lectura adicionales relacionados con una tecnología específica, incluida una breve descripción de cada publicación enumerada. Los usuarios pueden utilizar la lista de publicaciones para encontrar información adicional relevante (por ejemplo, directrices de diseño, artículos de investigación, casos prácticos) sobre tecnologías específicas.
Un sistema de saneamiento puede visualizarse como una matriz de grupos funcionales (columnas) y productos (filas) que se unen cuando existen combinaciones potenciales. Esta presentación gráfica ofrece una visión general de los componentes tecnológicos de un sistema y de todos los productos que gestiona. Las tecnologías de saneamiento y sus correspondientes grupos funcionales pueden asignarse a tres categorías principales: “En el lugar” (in situ), “Transporte” o “Fuera del lugar”. Los productos se recolectan, almacenan, transportan y transforman sucesivamente a lo largo de diferentes tecnologías compatibles de los cinco grupos funcionales. De este modo, el producto de salida de una tecnología de un grupo funcional se convierte en el producto de entrada del siguiente. No siempre es necesario que un producto pase por una tecnología de cada uno de los cinco grupos funcionales; sin embargo, el orden de los grupos funcionales debe mantenerse independientemente de cuántos de ellos se incluyan en el sistema de saneamiento.
Las categorías predominantes utilizadas para distinguir entre las diferentes fases de emergencia son: (1) respuesta aguda, (2) estabilización y (3) recuperación. La identificación de estas fases amplias es útil a la hora de planificar la asistencia; sin embargo, la división debe verse como teórica y simplificada, modelada a partir de desastres singulares. La vida real rara vez está tan claramente definida.
Fase de respuesta aguda: se refiere a las intervenciones de ayuda humanitaria que se implementan inmediatamente después de desastres naturales, conflictos, crisis prolongadas o epidemias. Suele abarcar las primeras horas y días hasta las primeras semanas, donde se aplican medidas eficaces a corto plazo para aliviar la situación de emergencia rápidamente hasta que se puedan encontrar soluciones más permanentes. Las personas afectadas por desastres son generalmente mucho más vulnerables a las enfermedades, que en gran medida están relacionadas con un saneamiento inadecuado y la incapacidad de mantener una buena higiene. El objetivo de las intervenciones en la fase de respuesta aguda es garantizar la supervivencia de la población afectada, guiada por los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Los servicios esenciales relacionados con el saneamiento que se necesitan en esta etapa incluyen el establecimiento de opciones instantáneas y seguras para el manejo de excrementos (particularmente medidas de contención de excrementos), ya que son determinantes críticos para la supervivencia en las etapas iniciales de un desastre. También es fundamental garantizar un entorno seguro y evitar la contaminación de las fuentes de agua. Si corresponde, esto también puede incluir la rápida rehabilitación de la infraestructura WASH existente, el establecimiento de soluciones de drenaje apropiadas y el suministro de herramientas y equipos para garantizar servicios básicos de operación y mantenimiento.
Fase de estabilización: la fase de estabilización o transición generalmente comienza después de las primeras semanas de una emergencia y puede durar desde varios meses hasta medio año o más. El principal enfoque de saneamiento, además de aumentar la cobertura de los servicios de saneamiento, es la modernización y mejora gradual de las estructuras temporales de emergencia que se habrían instalado durante la fase aguda, o la sustitución de tecnologías de saneamiento temporales por soluciones más sólidas a más largo plazo. Esta fase incluye el establecimiento de estructuras apoyadas por la comunidad con un mayor enfoque en toda la cadena de servicios de saneamiento. En esta fase a menudo se produce un cambio del saneamiento comunitario a soluciones a nivel doméstico. Las soluciones de hardware de saneamiento deben basarse en tecnologías y diseños apropiados, idealmente utilizando materiales disponibles localmente. Se requiere una evaluación detallada para poder responder adecuadamente dentro de un contexto local determinado y aumentar la aceptación a largo plazo de las intervenciones de saneamiento previstas. Se debe dar especial énfasis a los aspectos socioculturales, como las cuestiones potencialmente delicadas relativas al saneamiento (incluido el uso, el funcionamiento y el mantenimiento), la gestión de la higiene menstrual, la vulnerabilidad a la violencia sexual y otras formas de violencia, así como las cuestiones relacionadas con la higiene que implican ciertos niveles de cambio de comportamiento. La participación equitativa de mujeres y hombres, niños, grupos marginados y vulnerables en la planificación, la toma de decisiones y la gestión local es clave para garantizar que toda la población afectada tenga acceso seguro y adecuado a los servicios de saneamiento, y que los servicios sean apropiados.
Fase de recuperación: La fase de recuperación, a veces denominada fase de rehabilitación, generalmente comienza después o incluso durante las intervenciones de socorro y tiene como objetivo recrear o mejorar la situación previa a la emergencia de la población afectada incorporando gradualmente principios de desarrollo. Puede verse como una continuación de los esfuerzos de ayuda ya ejecutados y puede preparar el terreno para posteriores intervenciones de desarrollo y una transferencia gradual a socios a mediano y largo plazo. Dependiendo de las necesidades locales, el plazo general para las intervenciones de recuperación y rehabilitación suele oscilar entre seis meses y tres años y, en situaciones difíciles, hasta cinco años. Las intervenciones de recuperación y rehabilitación se caracterizan por una participación activa de los socios y autoridades locales en la planificación y la toma de decisiones con el fin de aprovechar las capacidades locales y contribuir a la sostenibilidad de las intervenciones. Las intervenciones de recuperación del saneamiento pueden adoptar diversas formas y depender de las condiciones locales, así como de las necesidades reales de la población afectada. Más allá de la implementación técnica de un sistema de saneamiento, estas intervenciones incluyen esfuerzos significativos para fortalecer las estructuras de servicios y promover mercados para los servicios de saneamiento. En situaciones de campamentos de larga duración que pueden convertirse en asentamientos permanentes, las intervenciones podrían incluir la mejora de la infraestructura sanitaria de emergencia existente. Las intervenciones de recuperación también incluyen el desarrollo de capacidades y la capacitación a más largo plazo, incluido el trabajo con las autoridades locales pertinentes y los socios para el desarrollo. También es fundamental una colaboración más estrecha con los gobiernos locales, los servicios públicos, la sociedad civil, el sector privado y el traspaso de responsabilidades. Esto requiere una mayor participación de las partes interesadas involucradas en la planificación y la toma de decisiones del saneamiento desde el principio. Cuando sea posible, las intervenciones de recuperación del saneamiento deben tener en cuenta que las inversiones realizadas pueden proporcionar una base para una mayor expansión de las instalaciones y servicios de agua y saneamiento. Además, las intervenciones de recuperación pueden incluir medidas pertinentes de resiliencia y reducción del riesgo de desastres. Las intervenciones de recuperación deben incluir una estrategia clara de transición o salida que incluya el traspaso de responsabilidades a los gobiernos locales, las comunidades o los proveedores de servicios para garantizar que se puedan mantener los niveles de servicio creados.
El Global WASH Cluster describe los desastres como eventos en los que se infligen pérdidas y daños importantes a comunidades e individuos, posiblemente incluyendo la pérdida de vidas y medios de subsistencia, dejando a las comunidades afectadas incapaces de funcionar normalmente sin asistencia externa. Los desastres o las emergencias humanitarias pueden adoptar diferentes formas. Cada situación de emergencia, dependiendo del contexto del país, su alcance y causas, es única y tiene un gran impacto en las personas, el medio ambiente y la infraestructura. A pesar de esta heterogeneidad, se puede utilizar la siguiente subdivisión de varios tipos de crisis para proporcionar una categorización aproximada:
Desastres provocados por peligros naturales o tecnológicos: los terremotos, las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierra, las inundaciones, las tormentas, las sequías y las temperaturas extremas son peligros naturales que pueden causar desastres humanitarios que se cobran muchas vidas y causan pérdidas económicas y daños ambientales y de infraestructura. Sin embargo, los desastres humanitarios sólo ocurren si un peligro ocurre donde las poblaciones son vulnerables al peligro específico. Debido al cambio climático y sus efectos de gran alcance, la asistencia humanitaria tiene que hacer frente cada vez más a fenómenos meteorológicos extremos y sus consecuencias. La creciente población mundial, la continua urbanización global y los cambios en el uso de la tierra aumentan aún más la vulnerabilidad a peligros naturales y tecnológicos como la rotura de presas y la contaminación química o nuclear. Estos desastres a menudo resultan en un deterioro de las condiciones de salud ambiental, particularmente en términos de acceso a servicios básicos de saneamiento. Infraestructuras como escuelas, carreteras, hospitales, así como instalaciones sanitarias y baños a menudo se ven directamente afectadas, lo que da como resultado que ya no se garantice el acceso al saneamiento y la práctica de conductas higiénicas relevantes, como lavarse las manos. Por tanto, aumenta el riesgo de enfermedades relacionadas con el agua y el saneamiento.
Conflictos: esto incluye situaciones de emergencia causadas por la sociedad, como conflictos políticos, enfrentamientos armados y guerras civiles. Muchas personas desplazadas (desplazadas internas y/o refugiadas) deben ser alojadas en campamentos, refugios temporales o comunidades de acogida, donde el acceso a artículos de saneamiento e higiene adecuados debe garantizarse en muy poco tiempo y, a menudo, debe mantenerse durante períodos más largos. La mayoría de las personas desplazadas suelen ser absorbidas por las comunidades de acogida. Esto puede sobrecargar la infraestructura de saneamiento existente, dificultando la identificación y cuantificación de las necesidades reales. Debido a la dinámica del conflicto, a menudo resulta difícil planificar cuánto tiempo deben permanecer en funcionamiento los refugios y la infraestructura sanitaria correspondiente. Esto puede variar desde unas pocas semanas o meses hasta varios años o incluso décadas. Además, los campos de refugiados suelen construirse en lugares donde la situación sanitaria ya es tensa. En situaciones de refugiados, donde una población desplazada es inicialmente alojada en refugios temporales o en un campamento, generalmente no es políticamente deseable que se haga ningún movimiento hacia un asentamiento permanente. Los tomadores de decisiones locales podrían oponerse a actividades que se consideran que hacen que el asentamiento sea más permanente o mejor desarrollado por temor a no poder trasladar a la población de refugiados de regreso al lugar de donde vinieron inicialmente. Esto se complica aún más si las condiciones en el campo resultan ser mejores que las de los asentamientos locales. Pueden surgir tensiones entre la población local y la de refugiados. Estos casos deben verse como oportunidades para mejorar los servicios de saneamiento tanto para las comunidades de acogida como para las de refugiados.
Estados frágiles y crisis prolongadas: Un fenómeno cada vez más común es la cuestión de los Estados frágiles y los países en crisis prolongadas. Los Estados pueden considerarse frágiles si no quieren o no pueden cumplir sus funciones básicas. Para la población afectada, su seguridad puede estar en riesgo ya que los servicios sociales básicos no se brindan o se brindan de manera deficiente. Las estructuras gubernamentales débiles o la falta de responsabilidad del gobierno para garantizar los servicios básicos pueden provocar un aumento de la pobreza, la desigualdad y la desconfianza social y potencialmente convertirse en una emergencia humanitaria. Las situaciones de crisis prolongadas se caracterizan por desastres y/o conflictos recurrentes, crisis alimentarias prolongadas, deterioro del estado de salud de las personas, colapso de los medios de vida y capacidad institucional insuficiente para reaccionar ante las crisis. En estos entornos, una proporción significativa de la población es sumamente vulnerable a la mortalidad, la morbilidad y la alteración de los medios de vida durante un período prolongado. A menudo se descuida la prestación de servicios básicos de saneamiento y el apoyo externo utilizando canales gubernamentales convencionales puede conducir a experiencias muy insatisfactorias. En estas condiciones, puede ser necesario explorar medios complementarios y alternativos de prestación de servicios, basándose principalmente en actores no estatales y subestatales a un nivel relativamente descentralizado.
Países de (alto) riesgo continuamente afectados por desastres y cambio climático: El cambio climático y la mayor probabilidad de que se produzcan peligros naturales asociados es un enorme desafío para muchos países. El riesgo de que los fenómenos naturales se conviertan en desastres está determinado en gran medida por la vulnerabilidad de la sociedad, la susceptibilidad de sus sistemas ecológicos o socioeconómicos y por el impacto del cambio climático tanto en fenómenos extremos ocasionales (por ejemplo, fuertes lluvias que causan inundaciones o deslizamientos de tierra) como en sobre cambios climáticos graduales (por ejemplo, cambio temporal de las estaciones de lluvias). El cambio climático también exacerba situaciones problemáticas en países de alto riesgo que ya están sufriendo desastres. La infraestructura de saneamiento existente puede necesitar adaptaciones o la introducción de sistemas de saneamiento más apropiados y sólidos para aumentar la resiliencia y ayudar a las comunidades a hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos recurrentes inducidos por el clima (por ejemplo, soluciones de saneamiento mejoradas para zonas propensas a inundaciones). Además, es posible que sea necesario preparar los sistemas de saneamiento para atender a los refugiados del cambio climático.
Esta plataforma se dirige principalmente a los trabajadores del campo humanitario, los encargados de la primera respuesta a nivel local, los ingenieros, los planificadores, los representantes gubernamentales correspondientes, las instituciones académicas, los organismos de desarrollo de capacidades y los profesionales de WASH que participan en la respuesta humanitaria de WASH y en las actividades subsecuentes de estabilización y recuperación.
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